Nuestra propuesta descansa en la idea central de proceso educativo. Esto implica el respeto a los logros del niño, sus momentos, sus tiempos y sus conquistas propiciando el desarrollo integral a partir de los tres años.

Nuestra visión psico-socio-pedagógica y la modalidad de trabajo tienden a favorecer:

• El desarrollo de un vínculo de apego satisfactorio y cuidadoso entre el docente y el niño que habilita al niño a desplegar su iniciativa motriz, su curiosidad natural, su creatividad y el deseo de conocer y explorar el mundo que lo rodea.

• El pasaje de la dependencia a la autonomía, mediante la libertad del movimiento y el aporte de estímulos pertinentes a cada edad.

Consideramos que los niños aprenden de las experiencias directas con los objetos, con los adultos y con otros niños que interactúan con él.

Proponemos durante la jornada escolar, acciones que favorezcan el desarrollo de las distintas áreas: intelectual, motriz, lenguaje verbal y no-verbal, afectiva y social.

En el jardín se programan cuidadosamente no solo las condiciones ambientales, sino también la actitud de los docentes, la modalidad de su intervención durante el proceso de conocimiento y la calidad de su trato.

Se realiza un seguimiento cotidiano de su desarrollo y evolución, a fin de proponer actividades personalizadas de acuerdo a sus necesidades e intereses. Se trata de ofrecer al niño la posibilidad de sentirse competente, así esa sensación le permite consolidar la confianza en sí mismo y con el mundo que lo rodea.